La estética de la esperanza

 

Presentación1 (2)La palabra maestro/a es sagrada para mí. Tiene un sentido holístico, en su grandeza aristotélica. La  palabra Gurú es igualmente importante: la doto de una maestría espiritual, aquellas personas de la que puedo aprender por su transformación y sabiduría. Los que me conocen, saben que pocas veces uso estas palabras….Todos tenemos referentes, personas a las que modelar y seguir. Yo tengo mis maestro/as y gurús. Pocos, cierto es, pero tienen un peso específico y significativo en mi modus vivendi.

Agradezco enormemente desde mi humildad cuando me han llamado maestro. Porque estudié Magisterio, entre otras muchas cosas, Tuve la fortuna de poder prepárame en la universidad en una carrera que actualmente  no existe como  la formación como maestro de Ciencias Humanas,  Estudiábamos entre otras cosas, psicología humanista, antropología filosófica, Historia de la Filosofía y psicología de la educación. Para ser un maestro/a hay que formarse, para ser un maestro/a hay que dar un paso adelante, tener principios y contradicciones.

Yo, sigo a Sócrates, a su seguidor Platón y a su pupilo Aristóteles. Quizás viva en un mundo que ya no valora a los grandes sabios, pero yo bebo de las fuentes originales….Soy un esteta, Creo profundamente en la estética de las palabras. El mundo se cambia con palabras, acciones y emociones.

Vivimos momentos convulsos, difíciles, trepidantes y caóticos. Actualmente, las grandes batallas se lideran en las casas, en las familias, en las organizaciones, en los grupos vecinales, en los arrabales de la conciencia. La toma de conciencia  va a regir  los siguientes doscientos años como mínimo. De lo que no somos conscientes, no somos responsables, por eso es tan importante que sigamos tomando conciencia de  la realidad que nos ha tocado vivir, cada uno desde su posición, sin victimismo pero con determinación.

Escuchemos a los sabios, volvamos a creer que la sabiduría llega a la edad madura….Nuestros padres y abuelos tienen mucho que decirnos. Están sosteniendo este momento histórico: con sus humildes pensiones, con sus pequeños ahorros (a quien no se los hayan robado)….Y recordemos que ellos hicieron el cambio muchos, proviniendo de una sucia guerra y una postguerra….Recordemos la historia para aprender de los antiguos errores. No olvidemos que ya en el siglo XV, comenzaban las crisis debido al endeudamiento público de los diferentes reinos. Hemos luchado mucho a lo largo de la historia, hermanos/as contra hermanos/as…por un pedazo de tierra, un ideal y conquistamos la libertad. La verdadera libertad se juega en nuestro cerebro. Un pueblo está preparado cuando reconoce sus errores, toma conciencia de ello y genera nuevos aprendizajes.

No podemos mirar para el lado. He hablado de la toma de conciencia pero nuestro mundo lo salvará la compasión (Boyattzis /MCKee) que para nosotros es la empatía en acción. Y por último, la esperanza, generar esperanza  en los jóvenes, apostar por el Talento de tantos chicos/as que están ansiosos de generar riqueza desde la coopetencia.

Revisemos nuestros postulados, reaprendamos nuevos hábitos y conductas, sostenibles, saludables acorde con el entorno y con nuestra historia….Porque podemos, debemos y queremos.

Porque la esperanza, como las palabras  también en estética

“Sólo es útil el conocimiento que nos hace mejores.” (Palabras de Sócrates, mi maestro).

J. Luis Fuentes

 

 

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